martes, 10 de enero de 2017

Blog en proceso y sobre el ánima

Estimados taniócratas, esto va para vosotros.
Para los que nunca os supisteis victoriosos porque no entendisteis la lucha en las cosas. Joseph Conrad escribió: ''he luchado a brazo partido con la muerte. Es la contienda menos estimulante que podáis imaginar. Tiene lugar en un gris impalpable, sin nada bajo los pies, sin nada alrededor, sin espectador, sin clamor, sin gloria, sin un gran deseo de victoria, sin un gran temor a la derrota, en una atmósfera de tibio escepticismo, sin demasiada fe en los propios derechos, y aún menos en los del adversario. Si tal es la forma de la última sabiduría, la vida es un enigma aún mayor de lo que alguno de nosotros piensa''.
Todos hemos estado ahí. Hace muy poco, yo también estuve ahí. A veces todavía la negrura viene a sacudirme el hombro y a susurrarme cosas junto a la oreja, como una amante deseosa, para ponerme los pelos de punta. He estado tan triste que no podía imaginarme un futuro en el que aquella tristeza no siguiese resonando en alguna parte muy cercana a mi corazón. Dejaba la felicidad para cuando se dieran determinados sucesos, como queriendo quitarme toda la felicidad de mis días para que, si aquellos acontecimientos se sucedían, yo fuese la persona más feliz y más agradecida que hubiese podido haber. Hoy (un hoy atemporal en realidad), he aprendido algo obvio. La felicidad no tine que depender de las circunstancias. De hecho, ni siquiera la felicidad tiene que ser la meta realmente, sino que es solo el proceso que te tiene que acompañar mientras se cumplen las metas. Lo sé, lo sé, joder, con todo lo que he vivido y hasta ahora no había aprendido esa mierda, flipante el empanamiento mental de esta chica. ¡Pero eh! Puedo haber tardado más que el resto pero, ¿qué más da el resto? Estoy aquí y quiero compartir mi felicidad. Me estoy reencontrando con mis valores basales; gracias a este periodo de exámenes estoy teniendo un tiempo precioso para reencontrarme conmigo. Ay, me apetece decirlo otra vez: ¡la felicidad no depende de las circunstancias! El agradacimiento es la clave, y confiar en tu propia brújula, el alma (ánima, ánimo) también. Solo puedo dar gracias a la gente que se queda a mi ladoDIOS ACABO DE ACORDARME DE QUE TENGO QUE TENDER YA TERMINARÉ EL BLOG ESTE

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