sábado, 30 de julio de 2016

Where's my home now? or About instinct

Renacuajillo nació,
nadó, nadó, nadó
porque se lo decía su instinto
en una pupa se encerró;
no le parecía distinto.

No-Tan-Renacuajillo lloró,
huyó, huyó, huyó
se perdió en el laberinto
su hermano lo repudió;
sin parecérselo, fue sucinto.

Ranita saltó,
el aire sintió, sintió, sintió
y se tumbó en un jacinto
la felicidad lo colmó;
se lo cargó la libertad en su cinto.

P.D.: https://www.youtube.com/watch?v=Al4X9wOL5BM

Y sí, sé que los que se meten en pupas son sobre todo las mariposas, pero no sabía cómo denominar al hecho de que le vayan saliendo las patas.

sábado, 23 de julio de 2016

Un viejo escrito

Una vez en el colegio nos pidieron que todos hiciésemos una cajita con cartulina y que dentro escribiésemos en una palabra o sintagma corto qué éramos. Yo hice mi cajita como todos los demás, y las llevamos a la misa, dejándolas todas frente al altar. Allí el cura nos explicó que estas cajitas inmaculadas que nos identificaban representaban la realidad de nuestra vida humana, de nuestra gracia: la gente nos podía ver por fuera, pero solo aquellos que se atrevieran a abrir la gente descubrirían quién éramos realmente; descubriría el tesoro.
       Mi cajita estaba llena de sintagmas por fuera. En cada una de las caras del cubo había un mensaje de mi personalidad tan importante como el resto: ''soy mi genética'', ''soy lo que otros hicieron de mí'', ''soy lo que no dejé que otros hicieran de mí''... Sin embargo, por muy filosóficos que me pareciesen los axiomas que la habitaban, por dentro solo era una cajita vacía que no valía la pena abrir (o así me sentí). 
       Hoy veo que soy tan exuberante que solo unas palabras nunca hubieran podido cristalizarme dentro de una caja: el Big Bang explotó y en el medio no quedó nada, ¡solo la expansión! 

Yo no soy ninguna caja.

P.D.: https://www.youtube.com/watch?v=hiSzo82Gbzc

viernes, 22 de julio de 2016

Amarillo lion

A lo largo de kilómetros y kilómetros se extendía un océano seco. Todos lo matices del cálido amarillo se arremolinaban formando pastizales, arbustos e incluso animales que se camuflaban pacíficamente con el ambiente. A lo lejos, unos baobabs de enormes troncos se recortaban contra el azul del cielo formando un círculo protegido; en medio de él, había un león de colores parduzcos que se acercaba con parsimonia a un grupo de herbívoros. 
       Todavía lejos del grupo, el león abrió sus fauces en un inmenso bostezo. De su boca salió disparada una lengua de camaleón. La pobre gacela nunca había sido presa ni partícipe de una cada de semejantes estándares. En un bocado, su perplejidad dejó de tener lugar.

jueves, 21 de julio de 2016

En noches de verano, el aliento de los ángeles es cálido

Pre data: Fuera de este mundo excesivo al que nos transportamos cuando nos invade la inspiración, ¿no os apena pensar que los humanos se inspiran e inspiran, y ninguno conocerá plenamente al otro? En fin, que me he levantado hoy positiva lo que se dice.

Pre pre data: Este año he tenido algunos acercamientos a la poesía china que han impactado en mí en cierto modo. Entre las anotaciones sobre el paisaje de Gong Bilan y lo que dijo Su Dongpo (Su Shi)  sobre Wang Wei de que en sus versos se veían pinturas y en sus pinturas se leían versos, me han animado a que, cuando la inspiración me enseñe imágenes que yo no quiera pintar pero sí escribir, que las escriba sin más, sin necesidad de una descripción detallada ni de una acción que los embargue más que la visión. Ni recorrerlos, ni sentirse temeroso por ellos, ni adorarlos. Aquí ganó el deleitare al docere. Allá vamos, desvaríos.

https://soundcloud.com/van17ino6 s4nt4 4ureli4 (si no os sale bien el enlace en bancamp simplemente poned VAN17INO6 que es el artista y sale el primero porque es su último disco).

Dependí de que otra persona me hiciese sentir viva, y cuando dejó de hacerlo, huí. 
Huí aplastada por las circunstancias, como si, otra vez y también por primera vez, descubriese la vida y su significado; arrasada por las lágrimas. Me encerré en una montaña, lejana de todo el mundo a estas horas de la noche, y contemplé a lo lejos la ciudad que, pretendiendo estar dormida, tenía sus mil ojos reluciendo. Tan lejos de la vida, con esa inmensidad oscura de por medio, solo podía mirar. Las farolas palpitaban a lo lejos, desafiando a la negra noche negra, con los oídos  taponados por mi propia insignificancia. 
       En mi eterna soledad efímera, yo no era yo, pero tampoco era otra cosa ni otra persona. En lo alto de mi oscuro faro agreste oteaba el confín del mundo, y sentía cómo me aplastaba el todo camuflado por un sentimiento plácido de libertad. No hay preocupaciones, no estaba. El murmullo me acurrucaba, me mecía; el murmullo era yo de vez en cuando. El murmullo es la magia que me hablaba de lanzarme al abismo porque podría extender las alas y volar; el que me ataba a la tierra para hacerme bailar. El murmullo era el soñar, pero sin dejar de ser sonido.
       Solo contemplación. Podía verlo todo. Podía verlo todo y me sentía aún más parte de ello, con el alma a flor de piel, pero, ¿lo era? Podía verlo todo. Enormes construcciones de hielo: a veces construidas por manos humanas. A veces por la de los dioses. A veces mordidas por el olvido. Paseé incluso andando peregrina a través de océanos enteros congelados. (2:39) Me dejé acunar por cantos druidas que partían y volvían a formar la noche. Mi espíritu era salvaje cuando acompañaba aullando los ruegos primordiales de los primeros habitantes.
Todo es tan auténtico que voy a llorar un mar de dudas. Llévame a Islandia. Arrástrame grácil. Al principio pensaba que no había acción, pero ahora intuyo la realidad de aquel Cambio tan nombrado. 
       Volvamos a la carga, con los ojos encendidos y los corazones abrazados.
Volvamos a la carga.
Me niego a pensar que tenga una parte amarga.
Y ahora, a descansar...
Y ahora, a despertar... I.D.I.D.I.T.
    Con qué cariño se abren los ojos de la tierna creación. Susurras en una oscuridad cálida, y solo atino a pensar en tu sonrisa.
Descubrimientos de todos los pequeños saltos. Identidad. Estoy soy yo, y soy de asombro. Tengo todo en mi interior y tú solo pones diamantes aún más brillantes en mis ojos.
Lo hiciste perenne.
Quince millones
de trillones
de estrellas.
                   

lunes, 18 de julio de 2016

De los ojos que ya no me miraban

Algo no estaba bien. Mientras la conciencia volvía a mí después de una noche de profundo sueño, de repente noté que mi marido no era mi marido, había algo distinto en él. Quizás fuera su respiración la que había cambiado, con unas inspiraciones demasiado acompasadas; o quizás fuera el peso de su brazo sobre mi cuerpo, que me rodeaba sin el cariño de ayer. Quizás fuese su olor. Mi marido no era mi marido, y eso me paralizaba las entrañas.
        Olvidémonos del sentido lírico de esta afirmación: el hombre que me abrazaba simplemente no era él. Mi mente se puso a trabajar a toda prisa. Cuando me dí cuenta de que me abrazaba un extraño, ¿mi cuerpo se habría puesto rígido? Murmuré algo como en un sueño, me revolví un poco y me obligué a respirar de nuevo cadenciosamente intentando aparentar que había sido víctima de una pesadilla para ganar algo de tiempo.
         El darle una patada y salir corriendo no me pareció muy buena opción porque podría tener algún arma blanca o enfadarle, lo cual siempre me convertiría de primeras en un blanco y no daría paso al diálogo, además, aunque estuviese casi segura de que no dormía con quien creía, cabía la posibilidad de que me equivocase y sí que fuese mi marido. Me pareció que la mejor opción sería levantarme diciendo que iba a por un vaso de agua sin mirar, poniéndome un camuflaje de que no le había visto ni siquiera y parecer una víctima fácil en el caso de que fuese un desconocido y ya en la cocina coger un cuchillo para, armada con él, asomarme de nuevo a la habitación a reconocer el terreno. Eso haré, no es del todo mal plan.
             Así pues, aterrorizada por cómo pudiese salir, abro los ojos mientras digo:
-Voy a por un vaso de agu... -Mi frase acaba en un chillido que atravesaría las paredes. Vuelvo a gritar.
             El rostro de mi marido me devuelve una mirada vacía desde el otro lado de la cama, sus cuencas resecas, mientras unas manos tenaces se aferran a mis muñecas.


P.D.: https://www.youtube.com/watch?v=R2LQdh42neg

jueves, 14 de julio de 2016

In the name of Name

Hoy estaba dispuesta a ponerme a escribir una de esas historias que tanto me gustan donde personajes míticos que pueblan frondosos bosques se unen para contar historias fantásticas (tanto en el sentido de fantasía como de que soy una escritora maravillosa). Quería comenzar contando cómo ella, una criatura cuya raza aún no he tenido suerte de dar a conocer, le pedía ayuda a una criatura de su misma especie pero de escalafón inferior para encontrar algo, porque ya llegaba tarde a algún sitio. Sin embargo, aunque algún día escribiré esa historia, quiero comentar qué pensamiento me ha asaltado para que ahora no sea el momento de la Fantasía.
       Resulta que quería iniciar el relato con su nombre. Y el nombre que había venido a mi mente era Emmeline. Un nombre perfecto: un poco largo, para demostrar experiencia. Una consonante líquida porque la gente sabia es consciente de que πάντα ρει. Mismas vocales para representar la idea de una persona de fuertes convicciones, entres ellas, un instinto protector representado por esas nasales. En definitiva, un nombre de una líder firme y maternal. 
      Me resulta ver gracioso ver cómo he evolucionado con todos estos temas tras haber estudiado lingüística, porque al principio siempre que tenía que buscar nombres para mis personajes lo que solía hacer era utilizar palabras en idiomas que me recordasen al personaje (como en http://caeminapossedit.blogspot.com.es/2013/12/hielo-en-escamas-de-plata-y-lo-que-trae.html dónde el nombre del dragón, Silfur Flake-ís, viene del islandés ''plata hecho de copos de hielo'', donde quería representar tanto que el dragón era de escamas plateadas como que vivía en un ambienete gélido. Otro ''gran'' recurso que solía utilizar eran códigos tontos sin mucho sentido. Por ejemplo, en http://caeminapossedit.blogspot.com.es/2014/03/la-calma.html podemos observar que el mago se llama Emgom, ¿por qué? Por que era el seor de la torre que representaba al alfil. El código es que las vocales son la vocal anterior siguiendo el orden a-e-i-o-u, y las consonantes son la anterior en el abecedario. Así:
E -A
M -L
G -F
O -I
M -L
         
     Bien, entonces, ahora que hemos visto mi evolución, se nota que sigo utilizando códigos que tienen sentido para mí respecto a mi limitado bagaje cultural, para poder darle mi propio sentido a los nombres, ¿por qué no he podido utilizar el nombre de Emmeline si me parece tan correcto? ¿Qué ha fallado en el código?
        Que, incondicionalmente, soy humana, y como humana las cosas causan impacto en mí. Aunque Emmeline dentro de mi código tenga sentido, Emmeline nunca podrá ser otra que aquella imagen que siempre idealizaré de Emmeline como niña espejo de Adeline. Ambas pertenecen al libro El cuento número trece, de Diane Setterfield, que tan bien me enseñó a narrar sensaciones cuando tenía once años y que tanto me apetece releer de repente.

''Todos los niños mitifican su nacimiento. Es un rasgo universal. ¿Quieres conocer a alguien? ¿Su corazón, su mente, su alma? Pídele que te hable de cuando nació. Lo que te cuente no será la verdad: será una historia. Y nada es tan revelador como una historia.
VIDA WINTER, Cuentos de cambio y desesperación''