jueves, 31 de marzo de 2016

Otra tonada atontada

''Fuimos a hacer el amor, y parece que volvimos de la guerra'',
o a lo mejor es solo que en mis lunares llevo trazado que tú me atarías a la Tierra.
Nunca me dí cuenta de que el verdadero amor era libertad para,
que de la libertad de ya estamos muy  mayores.

Y así llegamos aquí, ¿nos costó horrores? ¿nos costó errores?
¿nos costó entender que seríamos más que amores?
Llegué y te quise, compae,
llegué y ya sabía que ganaríamos la guerra que nosotros mismos crearíamos.

Rey del exceso, dame otro beso, enséñame los ojos
de esos que hacen explotar el mundo en un gesto,
vuelve a derretirme entre sonrisas, báilame el sexo,
hazme que sienta cada vez que no quise volver a sentir.

Con un guiño te miro el alma,
nada me infunde más calma.

Ensalada. Esa es la primera palabra que se le ocurrió cuando le dije ''dime una palabra''.
Será (idiota) puto amo.

P.D.: https://www.youtube.com/watch?v=I3JI1l5OOLk

Advertencia.

Buenas tardes, o quizás buenos días, depende de cuándo me leas.

Me siento parte del mundo, como si pudiese trascenderlo con vehemencia. El juego parece fácil; podríamos dirigir el mundo como hacían ellos. Refutar sus falacias e instaurar las nuestras, y cambiar el curso de la historia.

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Según Jung, ''los sueños son una puerta abierta al inconsciente universal'', pero, ¿existe verdaderamente una conciencia universal? Y, siendo así, ¿qué es exactamente lo que diferencia a unos humanos de otros? Acaso una suerte de vivencias no compartidas o incluso complementarias u opuestas, acaso una colocación aleatoria (o no tan aleatoria) de la materia a la hora de formar el genoma. ¿Dentro de mi tiempo se descubrirá?
         Antes, Dios era la explicación a los fenómenos de la naturaleza, pero cada vez se tornó más abstracto conforme fuimos capaces de recrearlos. Somos así por que Dios nos hizo inimitables. ¿Cuándo recrearemos también a Dios?