martes, 10 de marzo de 2015

Review del disco Blood of the saints de Powerwolf

Hace unos días una gran amigo de esos de siempre me ofreció ser redactora en su página y me puso como prueba hacerle una review del disco que aparece en el título. Si me coge o no me coge lo sabré próximamente, pero la verdad es que igualmente le doy gracias por hacerme recordar lo bien que se siente escribir. En todo caso, aquí os la dejo por si os interesa. 

Blood of the saints – Powerwolf – Reseña de la preciosa Tany
Tracklist:
1.
"Opening: Agnus Dei"  
0:48
2.
"Sanctified With Dynamite"  
4:25
3.
"We Drink Your Blood"  
3:42
4.
"Murder at Midnight"  
4:47
5.
"All We Need Is Blood"  
3:38
6.
"Dead Boys Don't Cry"  
3:25
7.
"Son of a Wolf"  
3:59
8.
"Night of the Werewolves"  
4:30
9.
"Phantom of the Funeral"  
3:09
10.
"Die, Die, Crucified"  
3:00
11.
"Ira Sancti (When the Saints Are Going Wild)"  
6:25

Todo comienza con un redoble de tambores. Pelos de punta. Profundos coros de fondo. Algunos gritos escalofriantes. El órgano recrea una atmósfera eclesiástica llena de oscuridad, y de repente, de una forma  sutil, suave e intensa surge la voz de Attila Dorn, quien con su marcado acento pronuncia el credo con algunas repeticiones para añadir más dramatismo al entorno. Sin lugar a dudas la intro de este disco es tenebrosa, y cada vez que Falk Maria Schlegel pulsa una tecla nos sumergimos más y más ese ambiente de catedral del siglo XIII en una noche de luna llena. Por momentos se hace más potente y embriagante, hasta que los instrumentos cesan de sonar y la voz rasgada del cantante rumano proclama el título del disco: BLOOD OF THE SAINTS.
            De este modo se inicia el intrigante cuarto disco de la banda alemana Powerwolf, el cual vió la luz en el año 2011. La banda, clasificada como power metal alemán, nos muestra un disco impregnado del folklore clásico de terror: vampiros, hombres lobo… Con ese trasfondo de misa católica medieval que podemos observar en el órgano, los coros (¡que de hecho fueron grabados en una iglesia del siglo XIII!) las letras escritas en latín e inglés, Pawawalf nos transmite unas historias muy épicas mezclando conceptos satánicos, religiosos y mitológicos. A continuación os explico un poco más cómo suenan las canciones por si no le habéis echado un vistazo todavía.
Sanctified with dynamite, el primer tema propiamente dicho del disco, es un tema muy potente en el que todos los instrumentos están perfectamente cronometrados para hacer saltar mi corazón con el estribillo, que  suena bastantes veces a lo largo de la canción hasta convertirse en himno. Como digo, los coros, la impresionante voz de Attila, la batería inquebrantable de Roel y las imparables guitarras de los Greywolf se compenetran mucho y forman unos cambios de ritmo fantásticos. Esta canción, como el disco entero, está plagada de ‘hallelujas’ heréticos. El precioso solo acompaña perfectamente esta obra implicando más esos matices power metaleros de la banda. Y  como cierre una explosión con cristales.
We drink your blood, uno de sus temas más conocidos, comienza con unas infantiles campanitas algo malrolleras que dan paso a una explosión de fuertes guitarras acompañadas del órgano. La letra es hasta humorística si lo ves desde un punto de vista risueño: ‘’any tipe, any vein’’, ‘’human wine’’, ‘’the sanguine saints’’. A lo mejor solo me hace gracia a mí. En todo caso, esta canción continúa repitiéndose hasta que llega a un momento de éxtasis instrumental y coral que queda interrumpido por las mismas campanitas infantiles del principio. Vuelven a sonar las vigorosas guitarras y, tras otro estribillo, finaliza de golpe, pero siempre dejando con un buen sabor de boca.
Murder in the midnight, una pasada de canción en la que a veces suenan campanas que me hacen quitarme los cascos para asegurarme de que no suenan fuera, es un tema en el que observo principalmente la influencia de Iron Maiden, sobre todo en la época de Di’Anno, cuando se consigue ese sonido armónico que recrea un aura íntima de misterio al inicio. Las guitarras se aceleran a la par que se narra la resolución de un asesinato a medianoche. (Y, dios, Attila sigue teniendo esa preciosa voz potente y rasgada de la que estoy abusando de hablar). Tras algunos estribillos guiados por la calidad de los Greywolf aparece el solo, el que desprende muchísima energía y que termina fundiéndose con el aullido de un lobo. La canción continúa según los parámetros de repetición del resto del disco.
El siguiente temazo es All we need is blood. Comienza dando gran importancia a los coros creando una situación en la que el cantante principal exige una respuesta de otras voces, lo que se conoce como salmo responsorial. Tras este inicio épico hay un mínimo parón tras el que hacen su aparición todos los instrumentos a la vez. El estribillo se organiza con notas que se agudizan consecutivamente siguiendo una escala que finaliza con los rugidos exigentes de sangre. Es una bonita forma de escuchar cómo eres débil ante este ‘’ejército de Dios’’ que trabaja a medianoche alimentándose como sanguijuelas. Hay una parte muy bonita en la canción a partir del minuto 2:15 en el que los coros proclaman ‘’haemophili animus’’ que viene significando algo como ánimo hemofílico, osea, ganas de sangre. La canción termina con otro de esos estribillos pegadizos.
Dead boys don´t cry, una canción temáticamente fúnebre y con un estilo despampanante para los amantes del power comienza de nuevo con coros cantando en latín, lo que da paso al dinamismo de unas guitarras muy bien estructuradas y llenas de motivación.
Son of a wolf, indudablemente mi canción favorita del disco, empieza directamente con esas guitarras bonitas que se van acelerando y que cuando empieza la batería a tocar se vuelven hacia unos tonos bastantes rockeros. Attila apuesta por una voz más rasgada para el inicio. Esta canción tiene a mi parecer uno de los solos más flipantes de todo el disco, empezando con un éxtasis musical no muy rápido que  se va acelerando apasionadamente y nos termina de motivar justo antes de que Attila pronuncie dos últimos estribillos. Solo podría catalogar a esta canción de épica.
Night of the werewolves, que vuelve a recrear una escena de misterio con la guitarra del inicio, trata la temática de los creados a partir  de la semilla del lobo y del humano y de cómo nunca podrías salir ileso de entre sus garras. El solo mismo parece representar una persecución en la noche. Es una canción muy briosa y llena de energía sin lugar a dudas.
Phantom of the funeral, o cómo sale en spotify: Phanoton of the funeral, comienza con una unión de las voces e  instrumentos bastante rápida e inspiradora. Lo que más me gustaría resaltar es el sonido que aportan los Greywolf, cuyo efecto motivador no se reduce únicamente al precioso solazo de guitarra, si no que se extiende a lo largo de toda la canción.
Die, die, crucify, es un tema muy cortito que podría resumir perfectamente a Powerwolf: está marcada por los redobles de tambores, las guitarras infinitamente hermosas, la aparición del bonito teclado (que aunque no se escuche demasiado en esta ocasión tiene un papel tonal muy importante), los coros para enfatizar el ambiente y la poderosa voz cantante. Tiene  ese regusto oscuro que baña todas sus canciones y que hace tan especial a Powerwolf.
La canción con la que finaliza el disco, Ira Sancti (When the saints are going wild) es un tema  que me genera mucha intriga porque no consigo encontrar qué significa la letra escrita en latín más allá de la expresión lupus anima, ‘el alma del lobo’. Aparte de la letra, musicalmente es un tema grandioso en el que todos los instrumentos tienen su momento para sobresalir. Como en el resto del disco, la calidad del sonido es una maravilla auditiva.
Concluyendo la review solo me queda una única cosa que decir a los que todavía no lo han escuchado… ¿a qué estáis esperando?