sábado, 17 de septiembre de 2016

El estúpido resguardo de los que van hasta el final

Guardaré algunas fotos, guardaré
para cuando ya no te quiera
ni tampoco de odie, y piense
''¡qué tonta era! Con la suerte que me abriga...''

Rendirse es de cobardes,
rendirse es de aquellos catedráticos de la vida
que se toman todo tan en serio como si fuese real:
¡cómo si no se tuviesen que morir de emociones!
Aquellos que se rinden vivirán,
vivirán sin la esencia, sin haber vivido,
sin este egoísmo altivo  del poeta.

Aquellos que se rinden morirán,
y yo viviré

  tres millones

de trillones
             
            de estrellas.

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