Guardaré algunas fotos, guardaré
para cuando ya no te quiera
ni tampoco de odie, y piense
''¡qué tonta era! Con la suerte que me abriga...''
Rendirse es de cobardes,
rendirse es de aquellos catedráticos de la vida
que se toman todo tan en serio como si fuese real:
¡cómo si no se tuviesen que morir de emociones!
Aquellos que se rinden vivirán,
vivirán sin la esencia, sin haber vivido,
sin este egoísmo altivo del poeta.
Aquellos que se rinden morirán,
y yo viviré
tres millones
de trillones
de estrellas.
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