Mi mente reitera asolada
que si no de ese sitio de dónde:
¡de mi fortaleza eres conde!
aunque yo ese lugar creara.
Pero yo ya no soy soberana,
más bien una fugada que se esconde
y que solo quiere volver a casa;
más bien a quien no responden,
cuando alza su mirada amada.
Limada, cotejada y taimada,
ahora, sin ti,
yo ya no soy soberana.
¿Pero para qué quedarme en nada?
¿para qué permanecer machacada?
Por inmensidades que yo ahonde,
eres tú quien no corresponde,
y yo tengo instrumentos: para crear otras alas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario